En los últimos días Estados Unidos se ha vestido de luto tras los tiroteos masivos que han ocurrido en el país. Si bien ahora es de conocimiento general el hecho de que los videojuegos no son los causantes de la violencia deplorable de los individuos que cometieron estos crímenes, el presidente Donald Trump cree que sí.
Trump afirmó que el país debe detener la «glorificación» de la violencia en la industria de los videojuegos, luego de un tiroteo en El Paso, Texas, en el que murieron 21 personas. Además, sugirió que la violencia en este tipo de entretenimiento es «un problema que debe reducirse en el futuro».
«Hoy es demasiado fácil para los jóvenes con problemas rodearse de una cultura que celebra la violencia. Debemos detener o reducir sustancialmente esto y tiene que comenzar de inmediato», agregó.
Por su parte, la demócrata Hillary Clinton, rechazó los argumentos de Trump y, en cambio, pareció identificar las armas como el problema real.
«Las personas sufren de enfermedades mentales en todos los demás países del mundo; las personas juegan videojuegos en prácticamente todos los demás países del mundo. La diferencia son las armas»,tuiteó.
¿Quién tiene la razón en este debate? Bien, si nos vamos a las pruebas, Hilary tiene las de ganar. Y no solo porque usa la lógica, sino porque hay un estudio que respalda sus palabras.
Sin conexión
A diferencia lo que muchos creen -que existe una supuesta conexión entre la violencia y los videojuegos- un estudio publicado por el Oxford Internet Institute en febrero de 2019 demostró que una cosa no tiene nada que ver con la otra.
El estudio firma que los investigadores «no encontraron ninguna relación entre el comportamiento agresivo en los adolescentes y la cantidad de tiempo que pasan jugando videojuegos violentos», y este no es el único estudio que ha llegado a la misma conclusión. Hay varias investigaciones que respaldan este hecho.
Tras las declaraciones del mandatario estadounidense #VideogamesAreNotToBlame se convirtió en la principal tendencia en Twitter, con más de 40.000 tweets y contando. Muchos gamers salieron en defensa de los videojuegos y condenaron las palabras de Trump.