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La increíble historia de Ruth Handler, la creadora de Barbie

¿Quién no conoce a Barbie? La muñeca más famosa y vendida de la historia, que revolucionó el mundo de los juguetes y fundó un estereotipo de belleza.

Detrás de ese imperio que dominó el mercado de juguetes desde los 60 hasta la actualidad, hay una emprendedora mujer que tuvo que luchar contra los prejuicios machistas de la época: Ruth Handler.


Orígenes

Ruth Mosko (nombre de soltera) nació en el 4 de noviembre de 1916 en Denver, Estados Unidos. Era la menor de 10 hermanos, cuyos padres eran inmigrantes polacos que se mudaron a América en busca de un futuro mejor. Su madre murió cuando aún era pequeña, por lo que quedó al cuidado de Sarah, una de sus hermanas mayores que acababa de casarse.

Esta tragedia, en lugar de apagar a Ruth, la fortaleció, ya que su hermana tenía un pequeño negocio junto a su esposo, en el cual ella trabaja y aprendió a desenvolverse. Fue en esa época en donde conoció a Elliot Handler, quien sería el amor de su vida.


 El inicio de un imperio

La pareja se casó y se mudaron a Los Ángeles, allí tuvieron una vida bastante modesta, viviendo en una humilde habitación ubicada en la parte de arriba de una lavandería china.

Trabajaban con mucha motivación; Elliot era artesano y fabricaba artículos de regalo que Ruth vendía. Se superaron día tras día, hasta que lograron crear su compañía junto a un socio: Harold Mattson.

Ruth fusionó los nombres de su esposo y su socio, y así nació Mattel. La compañía fabricaba marcos para retratos, y con los pedazos sobrantes de material, hacía casas de muñecas. Con el tiempo se dieron cuenta de que los juguetes les generaban mejores ingresos, así que se dedicaron por completo a eso.


El nacimiento de Barbie

La sociedad junto a Harold Mattson duró poco, y Elliot quedó al frente de Mattel. Sin embargo, fue Ruth quien dirigió el curso de la compañía.

La empresaria se dio cuenta de que su hija Barbara ya no se divertía jugando con muñecas de trapo y coches, y que la mayoría de las niñas soñaban con tacones y el mundo adulto. Pero el gran momento eureka llegó durante un viaje a Suiza, en el que Ruth descubrió un pequeño maniquí de 27 cm, con la figura de una mujer muy coqueta con curvas pronunciadas, llamada Lilli, que no era precisamente un juguete para niños.

Aún así, Ruth la compró y se la regaló a su hija, quien quedó encantada, y rápidamente se dio cuenta de una nueva y excelente oportunidad de negocio. Tuvo que luchar contra los demás miembros de Mattel, quienes no confiaban en que las niñas se sintieran identificadas con la muñeca de una mujer, pero su esposo Elliot la apoyó y juntos sacaron adelante el proyecto.

De esta forma, redesiñaron a Lilli, redujeron su busto, le suavizaron la mirada, contrataron a un peluquero y a un diseñador de modas para crear un estilo, y encargaron un primer lote a la empresa japonesa Kokusai Boeki Company. Este primer intento no salió bien, ya que la fábrica se tomó la licencia de colocarle ojos rasgados a la muñeca, pero el segundo lote quedó tal cual lo habían ideado.

Barbie fue lanzada en la Feria de Juguetes de Nueva York de 1959, convirtiéndose en un éxito rotundo.


Feminismo corporativo

Barbie dominó de tal forma el mercado en la década de los 60, que la fábrica no se daba a basto para satisfacer la demanda. Aún así, el espíritu emprendedor de Ruth seguía aspirando a más, por eso se mantuvo ideando formas de llegar a más niñas que ya no pensaban en coches y bebés, sino en ropa, maquillaje y novios.

Fue así como nació el eterno amor de Barbie: Ken (a quien bautizó en honor a su segundo hijo Kennet).

A pesar de sus atinadas ideas, Ruth seguía enfréntandose al reto de la que la tomaran en serio como jefa y líder a pesar de ser mujer, en un mundo dominado enteramente por hombres. Por eso su éxito y notoriedad abrieron camino al inicio del feminismo corporativo, que logró integrar cada vez más mujeres a formar parte del mundo de los negocios.


Luchas personales

Pero la vida tenía aún más pruebas para Rut.  En 1970, tras ser diagnosticada con cáncer de mama, le realizaron una mastectomía. Esta experiencia tampoco logró derrumbarla, todo lo contrario, la inspiró para crear el primer prototipo de prótesis mamaria.

En esa misma década, también debió enfrentar la expulsión de su propia empresa por la supuesta entrega de un informe fiscal falso. Con la cabeza en alto, Ruth no se doblegó y fundó otra compañía: Ruthon Corporation.


Legado

Ruth recibió varias distinciones por su talento corporativo, entre las que destaca el nombramiento de Mujer del Año según Los Ángeles Times en 1969. En 1990, Barbie extiendió su imperio no sólo a muñecas, sino a útiles escolares ropa, juegos de mesa, revistas cosméticos, entre otros artículos.

Fue así, como para el momento de su muerte en 2002, Ruth Handler había consolidado un imperio.