En el mundo del rock es natural pasar por incontables momentos que quedarán para la posteridad. Tocar frente a un mar de personas, recibir la admiración de otros miles y tratar de llevar una vida normal, puede no resultar tan sencillo.
A veces se nos olvida que cada artista, detrás de un instrumento, es también un ser humano, por lo que es natural que se crucen con ciertas situaciones a las que cualquiera de nosotros podríamos enfrentarnos.
Estas son algunas anécdotas de rockstars que quizás no conocías:
1. Paul McCartney y su odio hacia el bajo
En los inicios de la agrupación, McCartney se desempeñaba como guitarrista, pero terminó cediendo el instrumento a su compañero George Harrison. La idea del intercambio no le agradaba, ya que decía que los bajistas estaban relegados a permanecer escondidos y además, eran sordos por naturaleza. El resto es historia.
2. No más vino para Eric Clapton
El pasado alcohólico del guitarrista Eric Clapton no es un secreto para nadie. El músico atravesó momentos duros antes de rehabilitarse en los años 80’s, y desde entonces, se declaró enemigo acérrimo de las bebidas alcohólicas.
Esto quedó demostrado cuando estuvo a punto de suspender un concierto en Nueva Zelanda al enterarse que los organizadores vendían un vino con su nombre en la etiqueta. El artista entró en cólera y amenazó con no subir al escenario, además de demandar a la productora por falta a sus principios.
3. Marilyn Manson y Johnny Depp unidos por Nostradamus
Ambos artistas estaban convencidos de que la profecía de Nostradamus que relata el fin de los tiempos en el séptimo mes del año 1999, era verídica, por lo que pasaron aquel último día juntos en Francia, derrochando dinero y bebiendo hasta más no poder.
4. La pared de caca de Ozzy Osbourne
En una gira con la banda Motley Crue, el bajista Nikki Sixx bebió de su propia orina y retó a Osbourne a que no podría hacer nada peor. Ante la apuesta, Ozzy tapizó las paredes del hotel con su propia materia fecal.
5. Kinder Sorpresa y Lemmy
Motorhead es recordada como una de las bandas pioneras del característico género.
Su líder, el difunto Lemmy Kilmister, estaba obsesionado con los huevos Kinder Sorpresa, razón por la que exigía seis huevos de chocolate de la famosa marca en su camerino. Esto sólo por el afán de obtener el regalo que venía dentro de la golosina.
6. Bono vs El guardaespaldas
Durante un concierto en Boston, un fanático intentó acercarse demasiado al cantante pero fue derribado por su guardaespaldas. El forcejeo llegó al escenario, causando que Bono tomara una guitarra y golpease a su protector por tan agresiva actitud.
«Hasta el día de hoy no se ha disculpado», cuenta David Guyer, el guardaespaldas malogrado.
7. Freddie Mercury y su micrófono
Los accidentes suelen derivar en grandes aciertos. Así lo comprobó el fallecido Freddie Mercury, cantante de la legendaria banda Queen, cuando en uno de sus primeros conciertos, tomó el soporte del micrófono y separó sus piezas. Ante esto, Mercury siguió como si nada, simulando que aquello era parte del show.
Se sintió tan cómodo con el resultado que siguió usando el micrófono de esta manera durante el resto de su carrera, marcándolo como uno de los gestos más característicos de Queen sobre el escenario.
8. Kirk Hammet y su colección de terror
Además de pertenecer a la banda de metal más exitosa de todos los tiempos, Kirk Hammet es fanático de las historias de terror. Tanto así, que su obsesión lo llevó desde muy chico a coleccionar cualquier elemento que sea parte de ese mundo.
Su colección va desde máscaras, franelas, maniquíes, posters, juguetes, figuras de cera, ataúdes y vestuarios utilizados en varias películas clásicas de terror.
9. Tom Morello y su pasado como stripper
Luego de graduarse en Ciencias Políticas, Tom Morello tuvo una difícil situación económica que lo llevó a ganarse la vida como obrero durante el día y desempeñarse como stripper por la noche. Esto hasta 1989, año en el que fundó Rage Against The Machine.
10. Dave Navarro y la Mansión Playboy
El famoso guitarrista de Jane’s Addiction y presentador de Ink Master, tiene un fetiche con su sangre, sentimiento que no controló en una ocasión que fue invitado a la Mansión Playboy en los años 90.
Navarro entró en una habitación junto a tres conejitas, y en ese momento la fiesta cambió de tono. Usó las jeringas con las que solía inyectarse heroína y comenzó a rociar las paredes con su sangre. Los guardias de seguridad no tuvieron otra alternativa que sacarlo a patadas y negarle de por vida la entrada a la mansión.
